Versión provisional… a la espera de vuestras propuestas
El patrimonio de un pueblo es su naturaleza, su historia, arquitectura, modo de vida, artes, artesanía, gastronomía, literatura, música, tradiciones y creencias, instituciones y recuerdos. Y también sus palabras, su forma de hablar.
Sabiendo dónde está nuestro pueblo y cuáles han sido históricamente sus principales comunicaciones e intercambios con otras localidades y comarcas, cabe preguntarse en qué hablamos los de Santa Cruz. ¿Hablamos en toledano, en manchego, en conquense o en alcarreño? Pues… de todo un poco.
Lo escrito permanece, aunque nadie lo lea; las palabras, en cambio, se las lleva el viento.
Y, como no queremos que nuestras palabras se volatilicen y desaparezcan, hemos salido a atraparlas al vuelo. Esta es nuestra colección, de momento.
- abujero: V. ”bujero”
- abulaga: aulaga, aliaga. Figura en el DRAE y Moliner.
- acacharse: agacharse
- acedo: acidez de estómago. Término muy en desuso, citado por Covarrubias en 1611 como “acedía del estómago”.
- achiperres, archiperres: trastos, utensilios y herramientas de un oficio o tarea.
- agujetas, abujetas: cordones de los zapatos.
- ajuntar: frecuentar a alguien, tener trato o amistad, hacer buenas migas… (”Ya no te ajunto”).
- ajuntarse / arrejuntarse: amancebarse
- alcahuete / a: chulo, celestino, chismoso, cotilla, correveidile. En Sta. Cruz también se usa “alcagüetes” y “alcagüeses” por “cacahuetes”.
- almenaque: almanaque
- almorzá: la porción de comida, grano, etc., que cabe entre las dos manos.
- amogao: enmohecido
- amolar / se: fastidiar / se. (“¡Nos ha amolao!”, “¡No te amuela!”).
- andalias: sandalias. En el DRAE figura como término anticuado.
- apaño: arreglo momentáneo o provisional, chapuza. También acuerdo, trato.
- arrear: conducir el ganado, atizar (un golpe); ir(se) (“Anda y arrea pá casa…”).
- ¡arrea!: interjección de sorpresa.
- arrempujar: empujar, especialmente a otras personas.
- arrendar: contracción de “arremedar”. Remedar la voz o las acciones de alguno, imitar a alguien ridiculizándolo. V. “Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)”.
- asomallar: quemar sin churrascar.
- asura / s: calor / es
- ausiones: aspavientos, expresar exageradamente una sorpresa, queja o dolor (“Déjate de hacer ausiones”)
- avechucho / avichucho: ave o animal de aspecto raro. Persona desagradable y estrafalaria.
- aviar: prepararse, apañar, adecentar, arreglar, aliñar (una ensalada), apresurarse. Del latín via-viae = camino, ruta, carretera (cfr. el italiano avviarsi = “encaminarse, dirigirse a…”). Los ”avíos” son el con¡unto de objetos o materiales que hay que preparar y llevar para acudir a algún sitio, especialmente a una faena en el campo. El “avío” es la comida que los agricultores llevaban para la jornada. Véase el “hato”.
- baldao: agotado, fatigado, exhausto.
- birriago: mancha en la cara, especialmente manchas al comer. V. “boceras”.
- blincar: brincar, dar saltos, saltar.
- bocera: mancha de resto de comida en las comisuras de la boca; también pupa (calenturas, herpes) en las comisuras, v. “birriago”. En plural, referido a una persona, bocazas.
- bolsaca: bolsillo, bolsa. Del catalán “buchaca” (“… pá la bolsaca”, “… a la bolsaca”).
- bujero: abujero, agujero
- burraca: urraca
- cá V. “encá”
- cabezá: apero de caballería; siesta breve (o siesta del vencejo); gesto con la cabeza para dar el pésame a la salida de un funeral.
- calamino: sorrasca, planta seca rodadora (estepicursor).
- cansera: cansancio, agotamiento (físico o psicológico).
- cantimporra: puesto penúltimo en una fila, sorteo, etc., especialmente en juegos infantiles. V .“porra”
- carácter: rasgos físicos (especialmente del rostro) que permiten identificar a una persona. (“Ni idea de quién era… pero luego lo he sacado, por el carácter”).
- carpón, carponcillo: racimo pequeño de uva.
- cascarria: salpicadura de barro seco en la ropa. Ver “zurrasplas”.
- cenacho: referido a una persona, sucio, haragán, desaliñado.
- censo: persona cargante, molesta, sin iniciativa, cansina (“¡qué censo! ¡qué somarro”).
- cenutrio: torpe, estúpido.
- chache: hermano mayor y protector de su hermano pequeño -su chico (“Si me tocas llamo a mi chache, que tiene 15 años”).
- chirlos mirlos (de): cosa extraordinaria, fabulosa, abarrotada, al parecer inventada e inexistente. La expresión, antigua y desusada, no figura en el DRAE, pero sí en el Moliner (como “chirlomirlo“, aunque con el significado de “cosa de poco alimento”) y también en el archivo del inédito “Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)”. Varios informantes locales nos han hecho llegar esta expresión, una verdadera reliquia apenas registrada en la actualidad (“Dice que tiene una casa de chirlos mirlos”).
- cinta (dar la): pintar con cemento o añil la parte baja de una fachada, después de enlucida.
- comizo / a: persona muy trabajadora
- cordero / a, corderón / ona: muy usado en la Mancha y en otras regiones para referirse o dirigirse a una persona querida, especialmente a los niños. V. “hermosón / a”.
- culo pavón (meterse en el): darse por vencido ante una pregunta o adivinanza y pedir la respuesta (“Me rindo, me meto en el culo pavón.”). No localizado en otros lugares o diccionarios.
- desgraciao: persona despreciable. Insulto que insinúa y alude, sin aclararlo, a cierta desgracia supuesta o real de una persona (p. ej.: que padece -sin saberlo- una enfermedad grave o incurable, que es huérfano o de padre desconocido, preso, huido, etc…).
- ¡(d)ices que!”. expresión de sorpresa o ponderación. V. “¡(V)amos qué!”.
- di(s)fraz: ridículo, inútil, idiota, mamarracho, payaso (usado como insulto).
- drea: desafío y pelea multitudinaria a pedradas entre dos bandos. V. “escalabrar”.
- encá, ancá: preposición con el significado de “en casa de”, “a casa de” (“Voy ancá la Rosi”, “Encá Dioni venden albarcas”). V. el catalán “can”.
- enlucir: encalar
- escalabrar: escalabradura, herida en la cabeza (“en la chola”), a veces como resultado de una drea.
- escollarse, sollarse: Provocarse una rozadura o raspón en la piel, principalmente en piernas o brazos.
- escurricero: tobogán artesanal de tierra.
- esgarullar: deshacer y desparramar un racimo de uvas durante la vendimia, v. “garulla”.
- espolicar: expoliar, arrebatar a alguien todos sus bienes o ganancias, especialmente mediante el juego.
- espotenciao / a: agotado, falto de energía.
- falto: idiota
- furriela: (de “cabo furriel”). Conjunto de personas o cosas de escaso valor o utilidad.
- fuste: fundamento, sustancia. Referido a una obra de creación (libro, música, película) o a una persona, indica su cualidad, su mérito, su ingenio (“Su cuñao de José tié mu poco fuste”).
- gachas: guiso manchego en papilla, a base de harina de almortas, hígado de cerdo, tocino, aceite, pimentón… También V. “puches”.
- garulla / s: en el DRAE: equivalente a “granuja” (que, entre otras acepciones, indica “uva desgranada del racimo”). Por extensión, persona torpe de manos, desmañada. V. “esgarulllar”.
- goler: oler, olfatear, barruntar. En juegos infantiles de apuesta, tener esperanza de ganar o, incluso, de “espolicar” al contrario.
- golpineta: voltereta voluntaria, no provocada por una “trabanquilla”.
- gorgorito: supuesta enfermedad mental endémica de Santa Cruz -aunque sin documentar científicamente- que inducía a nuestros paisanos a suicidarse mediante ahorcamiento una noche de vendaval. El vector de transmisión de tan funesto mal, según la tradición, era el agua del 3er chorro de los Caños. En los pueblos vecinos se decía de nosotros “santacruceros, gorgoriteros”.
- gorrinegro: jaramago, zapatero
- gua: juego con canicas y también el “bujero” que hacía de meta.
- gurriato: gorrión pequeño
- ¡háte! (de ahí): aparta, sal de ahí, hazte a un lado, haz sitio.
- hato: conjunto de cosas necesarias (los “avíos”) para una jornada de trabajo en el campo (ropa, comida, bebida, etc.,. ) y, también, lugar donde se dejan a recaudo.
- hinque: juego infantil de corta terrenos con clavo, hierro o navaja.
- humadera: humareda, v. “zorrera”
- lechuzo / a: glotón, persona que gusta mucho del dulce, especialmente los niños.
- liño: hilera la de plantas (p.ej., cepas). V. “ringle”
- lique / linque: castigo en algunos juegos infantiles, consistente en un golpe con el talón, los nudillos o la rodilla.
- lodar: enlodar, cegar con barro. (“Ese albañal está lodao”).
- mandanga: pachorra, tontería. También bofetada o puñetazo (“Arrearle a uno una mandanga”).
- manflas: persona obesa, torpe y poco despierta o activa.
- meco: zurdo, zoco, zocato.
- medios / as: mellizos/as
- murciégalo: según el DRAE, m. desus. murciélago. U. c. vulg. Del lat. mus-muris ‘ratón’ y caecŭlus, dim. de caecus ‘ciego’.
Nuestro “murciégalo” es, por tanto, más arcaico y fiel a la etimología latina que el murciélago actual (igual que el portugués “morcego”). - nifo: lelo, tontiloco.
- nublo: nublado (“está nublo”)
- ordinario: recadero de día para hacer gestiones o compras, especialmente en Madrid o Toledo.
- ¡óspera!: exclamación de sorpresa, daño, etc., eufemismo para evitar la blasfemia. Si el motivo es grave puede hablarse de “la óspera cana”.
- pachasco: (“pá chasco”). expresión de sorpresa anticipada por algo que, tal vez, podría suceder. “Pá chasco si, ya con el banquete pagado, al remate no hay boda”).
- pader: pared
- panderón: trozo desprendido de una pader.
- panfué: sosaina, persona sin fuste, iniciativa ni atractivo.
- patente: convite a los mozos del pueblo por parte del forastero que corteja a una moza de la localidad. En la Sagra a ese impuesto revolucionario se lo denomina “cordel”.
- perricos (dar los): costumbre bárbara consistente en desnudar a un niño o joven para humillarlo, algunas veces embadurnándole de barro.
- pezcueza: persona o animal malo, malo, malo.
- picia: pifia, estropicio (o travesura con resultado de daños).
- pingajo: ropa del desaliñado, del adán.
- pino / a: empinado (“La calle Empedrá es muy pina”).
- polvadera: V. “humareda” y “zorrera”
- porra: en el centro de una rosca de churrería remate final de masa, más grueso. Y también, el último en el orden de jugar, en una fila, en un sorteo, etc… El penúltimo es el V. “cantimporra”.
- pregonao: Originariamente, persona que ha sido objeto de un pregón, por haber desaparecido o estar buscado por la justicia. Persona alocada, imprudente, temeraria…
- pretil: según el DRAE: “petril”
- puches: gachas y también celebración de anteboda, en la que se consumían las gachas.
- remate (al): al final, a fin de cuentas “Al remate v.
- repiso / a: arrepentido o reticente.
- retestinao: pútrido, podrido y pestilente.
- revenío: escaldado, disgustado. Alimento estropeado.
- ribar: Echar por tierra algo o a alguien.
- ringle: renglón o hilera de plantas (p,ej. cepas). V. “liño”
- risión: persona, cosa o situación ridícula.
- sejar: DRAE: “cejar”. Andar hacia atrás (una caballería).
- ser: referido a una persona, alguien que carece de esencia, valor o interés (“¡Menudo ser está hecho!”).
- serijo: asiento cilíndrico de esparto.
- sinforoso: sosaina, simple, inmaduro, panfué.
- soga: según el DRAE, desus. remolón, taciturno. V. “somarro”, “zamugo”.
- somarro: persona poco comunicativa o expresiva. V. “zamugo”, “soga”
- somatén / nes : varias modalidades de juego infantil con chapas de bebidas (“los somatenes, los somas, el frendis, el redonde…”). El origen de esta palabra es la milicia paramilitar del “Somatén Armado”, restablecida en 1945, cuyo antecedente más antiguo fue la milicia medieval catalana “Som atents” (“Estamos atentos”), cuya escarapela distintiva incluía un medallón con un águila, al igual que las chapas de botellas de cerveza más comunes en España en los años 60-70.
- tenajón: parte inferior de una tinaja, que se usaba como tina para lavar la ropa.
- trabanquilla: zancadilla
- trafullero: fullero, tramposo
- trapisondista: mentiroso, tramposo, fullero. Por la ciudad de Trebisonda (actual Trabzan, Turquía)
- traspellao: pobretón, desharrapado, muerto de hambre (de “traspillar”)
- trinchete: DRAE: “tranchete” (del francés “trancher” = cortar). Navaja curvada de punta ancha que se utiliza en la vendimia.
- valenciano / a : cobarde (”Valenciano a que no saltas desde ahí arriba…”)
- ¡(V)amos que…!: expresión de sorpresa o ponderación. “¡(D)ices que…!”.
- zamarro: persona de pocos modales.
- zambombo: tripón, barrigón.
- zamugo: persona terca y poco locuaz. V. “ser”, “somarro”, “soga”.
- zanguango, zinguango: perezoso además de bruto. (Probablemente emparentado con “zángano”).
- zorrera: humareda muy densa (por el fuego que se hacía para sacar de las madrigueras a los zorros). V. “humadera”
- zurra: sangría con vino blanco, “limoná”.
- zurraspla: DRAE: “zurrapa”. Palomino.
Bibliografía y fuentes consultadas
- Real Academia Española (Diccionario de la Lengua Española, Diccionario histórico de la Lengua Española, etc.,.).
- Covarrubias Orozco, Sebastián de. Tesoro de la Lengua Castellana o Española (1611). Ed. Castalia, 1995.
- Casares, Julio. Diccionario ideológico de la lengua española. 2ª ed. Barcelona: Gustavo Gili, 1963
- Moliner, María. Diccionario de uso del español. 1ª ed. Madrid: Gredos, 1979
- Calero López de Ayala, José Luis. Léxico Alcarreño Conquense. Aproximación al estudio etnolingüístico de la comarca. Diputación Provincial de Cuenca, 1987
- Yunta Martínez, Pedro. Conquensismos: Alcarria, Sierra y Mancha, el corazón de Cuenca ensancha. Caja Provincial de Ahorros de Cuenca.
- Diccionario manchego en 101 palabras. Cervezas la Sagra
- Vocabulario Criptano Manchego
- Vocabulario típico Corral de Almaguer
- Diccionario de Moracho
- Diccionario Portalrubiero – Español
- Vocabulario de Villar de Cañas (Cuenca)
Efectivamente, el “hato”, tal como define la RAE, es la “ropa y otros objetos que alguien tiene para el uso preciso y ordinario”, es decir, las cosas necesarias que se llevan al campo para una jornada de trabajo (ropa, comida, bebida, etc.,.). Pero también se define como el “sitio que, fuera de las poblaciones, eligen los pastores para comer y dormir durante su permanencia allí con el ganado”. Por lo tanto, el hato serían los “avíos” y el lugar donde se dejan.
Entre los amigos teníamos siempre una frase a la hora de irnos : ”¡Arrecoge el hato, Mariano!!!”
“Hato” siempre he entendido que se llamaba al lugar donde se desengancha el carro y se dejaban los arreos de las mulas, las mantas y el avio o alforjas con la merienda para el día.
Se decía: “vámonos al bato ha almorzar”